Una fragancia floral que refleja fielmente la naturaleza femenina, es sinónimo de elegancia, delicadeza y naturaleza perversa, que por un lado tiene un efecto calmante y por otro estimula la creación. Trae un prado floreciente a tu interior. A pesar del carácter dominante, los perfumes de flores son agradables, no irritan el sentido del olfato y, cuando se usan durante mucho tiempo, son simplemente irresistibles.